Informar en Siria, una misión (casi) imposible





Syria Today, el principal semanario de análisis político y periodismo de investigación en inglés de Siria, ha cerrado. La decisión fue anunciada en el último número en circulación de la revista, el de septiembre-octubre, por el editor jefe de la publicación, Abdul Ghani Attar. 

"En las últimas semanas, la violencia se ha extendido por todo el país, desde la plaza Umawiyeen de la capital hasta el confín turco-sirio", argumentó Attar, en el editorial de despedida. "Estas circunstancias –continuó, explicando las razones del cierre– han afectado el trabajo de la redacción, a causa de las pérdidas humanas sufridas (...) y por las crecientes dificultades para operar en las actuales condiciones de inseguridad".

A pesar de que la muerte de una publicación siempre es un fracaso –para la información, para la libertad de expresión, para la democracia–, en el caso de Syria Today la noticia es incluso más grave. Pues se produce en medio de un conflicto bélico que, desde que empezó –hace ya más de dos años–, no sólo se ha cobrado la vida de miles de seres humanos y está destruyendo un país. También ha puesto a dura prueba la capacidad del periodismo, y de las empresas que hacen negocios en este sector, para ofrecer información en profundidad, rigurosa y honesta. 

Septiembre, 2013. Mercado de Damasco. 
Copyright: Irene Savio

Por supuesto, digan lo que digan ciertos opinólogos, no toda la culpa la tienen los periodistas. Primero y principal, porque informar desde el terreno en Siria significa enfrentarse a riesgos que implican también la muerte o el secuestro. Desde que el inicio del conflicto en marzo de 2011 a finales de agosto, un total de al menos 25 profesionales, 6 de ellos extranjeros, murieron intentando hacer su trabajo. Y, en lo que va de este año, cerca de una treintena han sido detenidos o secuestrados. El último de ellos es el periodista del Periódico de Catalunya, Marc Marginedas, que fue retenido el pasado 4 de septiembre.


Un contexto que, en síntesis, hace que Siria sea actualmente "el país más peligroso" del mundo para esta profesión, en palabras de la oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF). Y que hace más lastimosa la noticia de la defunción de una publicación como Syria Today, que se editaba desde 2004, gracias a una financiación del Banco Mundial y a la labor de periodistas locales, que ofrecían textos trabajados, una buena edición y gran calidad gráfica.


Lo que había convertido a esta revista en una importante referencia dentro del complejo y, a veces oscuro, mapamundi de la prensa siria. Algo que de momento se ha perdido, ya que no se sabe si Syria Today volverá a editarse en un futuro no muy lejano.

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