El adiós de un Papa (III) Cardenales cibernéticos
EL VATICANO. - A las 20.00 del día 28 de febrero, -o sea,
el horario oficial de su renuncia como Pontífice-, Benedicto XVI abandonará su
cuenta en Twitter. Como efecto
inevitable de su decisión, a apenas 87 días de que El Vaticano anunciara en
pompa magna el inicio de la nueva era de tuits papales,@pontifex se enmudecerá
entonces hasta fecha indeterminada, es decir, hasta que del limbo en el que
estará la Iglesia en marzo salga el próximo Papa.
Esto siempre y cuando, claro, que el recién llegado quiera heredar al más de
millón de personas que han seguido hasta ahora los 37 tuiteos en 8 idiomas
diferentes de Joseph Ratzinger.
Sea como fuere, aun después de la retirada papal, al reino
de tuitelandia seguirán
llegando los tuits de los llamados príncipes de la Iglesia, los de los
cardenales. Porque, según ha confirmado la oficina de prensa de la Santa Sede,
a éstos no se les prohibirá mantener su presencia en la conocida red social de
los pájaros azules, salvo, por el secretismo exigido, en el período de duración
del cónclave. Una ocasión que muchos purpurados no están desperdiciando, como
atestigua la ráfaga de tuits cardenalicios aparecidos desde que el Papa anunciara su abdicación, el pasado 11
de febrero.
Un ejemplo es el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, que
en lo que va del mes ya ha enviado 168 mensajes en 140 caracteres, mientras que
en enero tuiteó 10 veces y en diciembre lo hizo en 29 ocasiones, según estadísticas
públicas. Y es que, al parecer, tuit tras tuit Ravasi ha decidido comunicarlo
todo desde su tableta y su ordenador acerca de los ejercicios espirituales en
vista de Pascuas, que este año él dirige, así como quiso Benedicto XVI y lo que
ha suscitado todo tipo de especulaciones sobre la posibilidad de que él esté
entre los papables para en vista de la sucesión a la tiara de San Pedro.
Los temas preponderantes, en el caso de Ravasi, han sido
extractos de libros eclesiales, como los Salmos del Antiguo Testamento. Pero
otros purpurados, por el contrario, han optado por mensajes más pragmáticos y
funcionales, como comunicaciones a sus seguidores del calendario de los eventos
a venir y opiniones al respecto de la renuncia del Papa alemán.
Entre ellos, el español Lluis Martínez Sistach. Éste, que
tuitea en español y en catalán, ha incluso utilizado Twitter para enviarle un mensaje
directamente a Benedicto XVI. "Gracias Benedicto XVI por todo lo que has
dado a la Iglesia y al mundo. Gracias por la visita a Barcelona", escribió
el pasado 12 de febrero en su @sistachcardenal. Y de igual forma hizo el
cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, quien calificó la decisión del Papa "honesta
y valiente", mientras que el brasileño de origen alemán Odilo Scherer lo
aprovechó para quejarse. "Me impresionan mucho las interpretaciones que
leo sobre la renuncia del Papa . ¿Acaso
no son suficientes las palabras del Papa",
opinó el cardenal.
Más curioso aún fue lo ocurrido al estadounidense Roger
Mahony. "Planeo ir a Roma a votar para el próximo Papa. Estaré tuiteando
todos los días", tecleó Mahony el pasado 11 de febrero, antes de que se
supiese que, por haber encubierto abusos sexuales, hay grupos de católicos en
Estados Unidos e Italia que piden que no participe en el cónclave. "La
cuenta regresiva para que arranque el cónclave ha empezado", rebatió
entonces el día 18 Mahony, quien se estrenó hace dos meses como tuitero.
Claro está, todo esto se suspenderá la próxima semana tras el inicio de las sesiones previas al cónclave y durante esta elección.
Una vez encerrados en el Vaticano, de hecho, a los cardenales se les exigirá
aislarse completamente del mundo exterior y guardar silencio sobre todo lo que
ocurra allí. Lo recalcó, contestando a un seguidor, Wilfrid Napier quien explicó
ayer que "estamos seguros que permaneceremos todos unidos (cardenales y
fieles), aún si nosotros no podremos tuitear", escribió este cardenal
surafricano, que lo que va de febrero ha enviado 78 mensajes de 140 caracteres,
cuatro más que el mes anterior.
Algunos cardenales, eso sí, se han adelantado al día cero.
Como el mexicano Francisco Robles Ortega, que prácticamente han desaparecido de
la red social. Su último mensaje lo envío el pasado 17 de diciembre.
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