Y ahora, el oro ilegal.
ROMA. - Al fin. La policía de Finanzas
de Italia anunció hoy que ha desmantelado una red de comercios de compraventas de oro, con sede en Suiza,
que movía millones de euros, evadía el Fisco y reciclaba dinero de forma ilegal. La operación, que incluyó 259
allanamientos en Arezzo y Nápoles, llevó a la incautación de 163 millones de
euros y de una mansión, denominada Fort
Knox por los propios criminales.
El dato, si bien curioso, podría haber
pasado inavertido si no fuera que viene a poner luz sobre un fenómeno del
que los ciudadanos europeos -en particular en España, Italia, Grecia-, han sido
hasta ahora no más que meros e impotentes espectadores: el fulmíneo y sospechoso incremento de los comercios
especializados en este negocio, en coincidencia con el empeoramiento de la
situación económica.
Por lo cínico, no se les puede negar el
olfato. Como verdaderos profesionales de
la desgracia ajena, cómplice la crisis que atenaza a Europa, estas tiendas se duplicaron, triplicaron,
cuatriplicaron como hongos en las ciudades y en los pueblos, en los barrios
ricos y en los suburbios, en las zonas rurales y en centros urbanos.
EL VÍDEO DE LA POLICÍA:
A través de masivas campañas publicitarias, ya sea mediante
panfletos repartidos en la calle, spots en la televisión o el típico puerta a puerta, el mensaje llegó a todo
el mundo. Como en la Edad Media, el oro de la abuela se (re)convirtió en
tiempos brevísimos en otra escapatoria para llegar a fin de mes o afrontar
alguna deuda contraída en tiempos de bonanza.
Por la falta
de cifras claras sobre el fenómeno y la poca transparencia sobre el rápido auge de
este comercio, que algo raro hubiese es y era evidente.
¿Adónde va el oro? ¿Se paga a precios de mercado? Sean cuales
fueras las respuestas a estas y otras preguntas, la verdad es que, sin lugar a
dudas, hasta ahora ha habido poco control.
Tanto que en Grecia, por ejemplo, un objeto puede hoy ser comprado por
centenares de euros menos que su valor real.
"Un collar de oro 19 quilates cuyo precio de
mercado hasta hace poco era 1.500 euros en Grecia, se paga en esos sitios
entre los 400 y 500 euros", explicó a esta periodista tiempo atrás una
ateniense que había preguntado en varios comercios del rico barrio en el que
vive.
Los policías italianos, además, descubrieron que detrás del
negocio, a través de una serie de empresas satélite, estaban las organizaciones
criminales organizadas. O sea las mafias, dicho en palabras más llanas, que
diluían el oro para transformarlo en lingotes que luego eran enviados a Suiza.
Quizá, sin embargo, no debería haber pasado ya tanto tiempo
para saberlo. Según el instituto Eurispes, los negocios de compraventa de oro se han triplicado en los últimos dos años y mueven al menos 4.000 millones de euros al año. Y eso que son cifras parciales...
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