Los policías 'proletarios' de Grecia


Policías griegos aguardan los resultados electorales el pasado 6 de mayo.


Atenas.- Sentado en su despacho en el barrio ateniense de Erythros, Christos Fotopoulos, líder del sindicato Confederación Panhelénica de oficiales de Policía (POASY), escarba entre sus papeles y decide sacar un periódico que edita su gremio.
En éste se ve una escena que ya no es tan insólita: miles de policías que, furiosos, protestan en las calles de Atenas y de Salónica, la segunda ciudad del país. "Más recortes, más austeridad. Nadie protege a la Policía", se lee en un costado del diario.

"Seguiremos luchando porque nuestra situación es trágica. Todos los días nos enfrentamos a criminales armados hasta los dientes y nuestros policías están estresados, trabajan hasta 16 horas al día por seis o siete días a la semana y ni les abonan las horas extras", explicó Fotopoulos a este medio.

Los aparatos policiales griegos no sólo tienen precarias condiciones de trabajo, sino que también están sometidos a una creciente presión por la agitación social que sacude Grecia, a raíz de la crisis.

"Hoy día, tras el recorte que ya se aplicó de 20 por ciento de nuestro sueldo, el salario mínimo de un policía es de 700 euros y en junio próximo nos quieren bajar otro 12 por ciento el sueldo. No es digno en un país donde hay una creciente tensión social", argumenta Fotopoulos.

 



En efecto, entre 2008 y 2012 los sindicatos mayoritarios - GSEE, que representa al sector privado y ADEDY, el del sector público- han llevado a cabo 22 huelgas generales de 24 horas y 3 de 48 horas, muchas de las cuales terminaron con numerosos heridos, detenidos y destrozos de edificios de Atenas.
Todo esto se suma además a que está aumentando la criminalidad en las calles. De acuerdo con datos del Ministerio heleno de Protección Ciudadana, los robos, entre otros delitos, crecieron 10 por ciento en 2011 en un país que históricamente ha tenido las tasas de criminalidad más bajas de Europa.
Algunas bandas han empezado hasta a usar fusiles de asalto como los Kalashnikovs, de los que se estima hay 50 mil en todo el país, mientras que la Policía usa armas más ligeras, como Berettas y Smith & Westorn.
Otro de los problemas es que la última reforma del sistema policial se hizo en 1984 y resulta anticuada. De los 55 mil policías que hay en el país, sólo 24 mil están en las calles, el resto se dedica a tareas de oficina.
"Hay 3 mil edificios de la Policía en todo el país y cada uno requiere de los cuidados de al menos 12 policías, con lo cual muchísimos agentes no pueden salir a la calle. Es por eso que los policías reclaman más racionalización y menos recortes. Se lo han dicho también a la Unión Europea", explicó Manolis Stavrakakis, periodista especializado en temas policiales.
Por el contrario, el Gobierno heleno lleva a cabo iniciativas que son vistas con malos ojos por los gremios policiales. Por ejemplo, en abril anunció que alquilará agentes a compañías privadas por 30 euros la hora.
En este contexto, los observadores temen la frustración y el rencor de los oficiales. "Más de la mitad de los policías votaron a favor de los nazis de Aurora Dorada", escribió el diario To Vima, que analizó el voto de la elección pasada.
"Si la situación sigue así, seguramente aumentará la corrupción. Hay policías que no están teniendo ingresos porque todo su salario va al crédito que sacaron para comprarse casa antes de que la crisis comenzara", explicó un agente, quien prefirió el anonimato.
"Pero esto no corresponde a la imagen que el mundo tiene de la policía griega, ¿verdad?", se quejó.  

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