El alcalde de Roma le da alas (y un edificio) a los neofascistas
ROMA. - Hojeando la prensa italiana se pueden
encontrar noticias increíbles, a veces irónicas, a veces preocupantes. Por
ejemplo, el pasado 25 de abril, aniversario de la Liberación de Italia de las
tropas nazifascistas, se dio a conocer que el alcalde romano Gianni Alemanno ha
decidido comprar el edificio en el que está el movimiento neofascista Casa
Pound en Roma. Coste total para la operación: 11 millones 800 mil euros.
Ahora bien, en sí misma la cuestión podría hacer
surgir una serie de sospechas y preocupaciones, ya que se trata de un
movimiento extraparlamentario de extrema derecha y además dicho establecimiento
se está adquiriendo con dinero público.
Pero lo que agrava aún más el caso es que Alemanno
ha decidido realizar dicha compra en momentos en los que en Italia hay una
grave crisis económica, por lo que aumentan las personas sin empleo y muchos
deben recurrir a vales de comida para sobrevivir. O sea, el dinero se puede
destinar a otros asuntos.
Pero más aún. De acuerdo con información
proporcionada en marzo pasado por los municipios romanos, las entidades
administrativas en la que está dividida la ciudad, ha habido un recorte de 700
millones al balance presupuestario de 2012 para la gestión de Roma, lo que
implica cosas como menos manutención vial, menos servicios, menos atención al
ciudadano.
Estos fueron, como era de esperar, los
cuestionamientos hechos por la oposición, en particular por el Partido Democrático
(PD), la mayor fuerza de centroizquierda, aunque también no faltó la
indignación de los ciudadanos.
Y es que, además, Casa Pound es cualquier colectivo
de extrema derecha. En diciembre pasado, un miembro de esta organización,
Gianluca Cassieri, mató en un raid racista a dos inmigrantes senegalés en
Florencia e hirió a otros dos. Acto seguido, se suicidó.
A partir de ese momento, se debatió sobre si
declarar ilegal a este movimiento nacido en 2003, que es el más grande de
Italia y que está dedicado al estadounidense Ezra Pound, poeta que admiraba a
Benito Mussolini y fue procesado en Italia por fascista después de la Segunda
Guerra Mundial.
En verdad, la relación entre Alemanno y los
neofascistas no es cosa nueva. Él mismo tuvo contactos en la juventud y militó
en el Movimiento Social Italiano (MSI), heredero del partido Fascista italiano.
Aún así, últimamente algo se quebró entre el alcalde
y sus excolegas de extrema derecha. Prueba fue una entrevista que el líder de
Casa Pound, Gianluca Iannone, le concedió en febrero al semanario progresista
italiano L'Espresso y en la que afirmó que no apoyará a Alemanno en las
próximas elecciones municipales de 2013.
Claro está, ahora, quizás ha cambiado de opinión.
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