El regreso de los Riina


Roma. - Hace pocos días, el capo mafioso siciliano Salvatore "Totó" Riina, de la Cosa Nostra, y su hijo Giuseppe Salvatore, volvieron a sacudir la actualidad italiana.
Primero fue el padre Totó, el "jefe de los jefes" de Cosa Nostra, quien, tras 19 años internado en una cárcel de alta seguridad, con 13 cadenas perpetuas, pidió el 30 de septiembre pasado salir de prisión para solucionar sus problemas de salud.

Lo hizo días después de que el periódico italiano La Repubblica revelara dos interrogatorios de Riina de 2009 y 2010 con los fiscales de Caltanisetta, en los que este capo mafioso que hasta ahora ha guardado silencio dio por primera vez una serie de indicios sobre el aún obscuro asesinato del juez Paolo Borsellino en 1992, ocurrido en los años de la peor guerra entre la mafia siciliana y el Estado italiano.
"¿Dónde está la agenda roja (de Borsellino, que desapareció del sitio del asesinato del juez)?, instó Totó, aludiendo a que una verdad incómoda se escondería precisamente allí.
"Yo no conocía a Borsellino, no me ha puesto ni una multa", dijo, críptico, aludiendo quizá a que los responsables habrían sido otros. Agentes del Estado, por qué no, así como sospechan algunos fiscales.
En paralelo, también cuenta su versión sobre el presunto pacto entre el Estado y las mafias para poner fin al conflicto. Son hechos que él niega haber protagonizado, y por los cuales no está dispuesto a asumirse la culpa.
Aunque siempre es difícil juzgar la veracidad de las declaraciones en salsa mafiosa de personajes de esta talla, seguramente algo concreto está detrás de las palabras de Riina. Y además quien debe entender, lo hace.
Una prueba está en que al día siguiente de la publicación de sus interrogatorios, el tribunal de Caltanisetta censuró los artículos publicados en la versión en línea de La Repubblica.
Giuseppe Salvadore "Riina", segundo hijo de Totó, que cumplía una condena por asociación mafiosa, en cambio, fue excarcelado el primer sábado de octubre de la prisión de Voghera y enviado a una casa de su natal pueblo de Corleone, de donde precisamente salieron los más sangrientos jefes de la mafia siciliana (además de Totó, también Bernardo Provenzano, capturado en 2006).
La reacción del pueblo fue inmediata. "No es persona grata", dijo el Alcalde de Corleone, Antonio Iannazzo. "Jamás se arrepintió", agregó.

El texto en el Blog de Reforma.

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