A bordo del Awacs E-3A hacia Libia
«¿Sigue ahí?». Con una mano en el volante y los ojos hacia un avión de Ryanair que está tardando en aterrizar, la voz del robusto piloto estadounidense reverbera en la cabina mientras aguarda la autorización para la salida de su aeronave, un Awacs E-3A militar, de la base aérea de Trapani, en Sicilia.
No es broma. Trapani es también un aeropuerto civil y hay que esperar la llegada de los turistas para emprender la misión: 8 horas de una guerra del siglo XXI. De acuerdo con el programa del turno, preparado 72 horas antes en la localidad italiana de Piacenza y coordinado con otras dos bases europeas de la OTAN, el Awacs finalmente acelera y se va. El destino, la zona de exclusión aérea de Libia, donde se sigue operando desde marzo.
EL PERIÓDICO está sentado en el asiento número 5, en la cabina anterior de este pájaro metálico de 45 metros de longitud, una potente aeronave bélica que aplica desde las nubes el bloqueo aéreo sobre Libia, en el marco de la operación Unified Protector. Hay que cumplir con una sola regla, aunque indiscutible: obviar el uso de los apellidos de los 17 tripulantes por cuestiones de seguridad.
APARATO ROTO / De todo está al tanto el Awacs, que sobre las dos se lleva otro disgusto. Uno de los aviones que deben abastecer de queroseno a una flota de cazas está roto. Lionel, de 33 años, lugarteniente estadounidense de origen mexicano, es quien debe resolver el problema. «He tenido que desviarlos a otro avión de abastecimiento. Un verdadero rompecabezas, como el Sodoku», dice, aludiendo a los cerca de 50 que vuelan esta noche.
Escrutar a estos soldados intentando descubrir si la OTAN espera localizar a Gadafi en breve, como muchos sospechan, casi supone un ejercicio de fantasía. Pese a las polémicas, la posición oficial es que actúan según la resolución 1973 de la ONU. «No tenemos información sobre el fin de la misión. Sabemos que hay negociaciones en curso, pero también vemos que hay fuerzas de él [Gadafi] que están en la zona de Ben Walid, Sirte y Sehba», recalca el coronel Query.
El tintineo de un bolígrafo, a ritmo de rap, sobre un escritorio marca el regreso a casa. Es el encargado del radar Rodotome que se está relajando, al tiempo que en el tablero aparece un pequeño círculo azul. Son casi las cuatro y es el Awacs de los franceses. Llega desde Francia para tomar el control.
(Información publicada en la página 16 de la sección de Mundo de EL PERIÓDICO del día 06 de septiembre de 2011)
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