Italia se suma a la revuelta contra las agencias de ráting

ROMA. - De inquisidoras a herejes. Es el tragicómico destino que asecha a las tres poderosas hermanas de los rátings, Moody's, Standard & Poors y Fitch, hundidas desde semanas en toda una serie de sospechas y descrédito por sus controvertidos índices de calificación.
El último portazo llega de Italia, donde sucede que hay una fiscalía de la sureña localidad de Trani que cree que Moody's y Standard&Poors han emitido juicios "falsos, infundados, o al menos, imprudentes" sobre la estabilidad económica y financiera del país en los meses de mayo, junio y julio. Es decir, en plena debacle financiera.
Los magistrados italianos, que acusan a las agencias del delito de "manipulación de mercado", han abierto, al menos, dos procesos en contra de seis altos funcionarios -cuatro dirigentes y dos responsables legales - de Standard&Poors y Moody's.
En particular están bajo acusación un informe de Standard & Poors del 20 de mayo en el que se dictaminó la rebaja de "estable" a "negativa" de la perspectiva de la deuda pública italiana y un documento emitido a las 13 horas del 1 de julio según el cual el entonces plan presupuestario del gobierno italiano -aún no oficial a esa hora- era inadecuado. 
Moodys, en cambio, ha caído bajo la mira por una nota con críticas al sistema bancario italiano divulgada el 6 de mayo, antes del cierre de la bolsa de Milán.
Resultado fue, según los magistrados, la "alteración" de las decisiones de inversión de los accionistas, el "abuso" de informaciones reservadas y, por extensión, la manipulación de los mercados y, en particular de la Bolsa de Mián que se desplomó tras los datos difundidos por esas entidades.
Dicha mala fe, según indiscreciones de la prensa local, se vería respaldada por declaraciones de personajes ilustres como el gobernador del banco de Italia y futuro presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, el exprimer ministro Romano Prodi y el ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti.

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