Solos y grecochipriotas

Roma.- En la página en línea de la República de Chipre, la que no reconoce Turquía pero sí el resto del Planeta, los llaman los "enclavados", es decir aquellos chipriotas griegos que viven en el enclave norteño que está bajo el control turco desde la invasión de ese país en 1974.
Famagusta y las demás ciudades griego-chipriotas del lado turco sólo están separadas de la frontera con la República de Chipre por un muro y el contingente de la ONU -unos 43 mil cascos azules- que vigilan la paz en la zona desde hace casi 40 años.
Sin embargo, ellos sólo vuelven a sentirse en casa en Nicosia, la ciudad partida en dos, capital de los griego-chipriotas y de la República Turca del Norte de Chipre, esta última que sí reconoce Turquía pero no el resto del mundo.
En la restante parte del territorio turco, los griego-chipriotas se sienten rodeados de enemigos, que son la mayoría y tienen otra cultura y otra religión, el Islam. Y no los quieren.
"Son cerca de 20 mil personas, la mayoría ortodoxos y de origen griego. Pero en unos años más desaparecerán. Y esto porque los jóvenes se han ido y muchos son ancianos", explicó recientemente en Roma el sacerdote griego-chipriota Georgios Armand Houry.
"Algunos tienen los dos DNI (documento nacional de identidad), pero no todos. Es bastante complicado conseguir la doble ciudadanía, sobre todo desde que la parte de la República de Chipre entró en la Unión Europea en 2004", añadió.
La situación se debe, entre otros, a lo que ha acontecido allí desde la invasión turca de 1974.
Según lamentan los griego-chipriotas, más de 500 iglesias, monasterios y cementerios cristianos fueron saqueados o destruidos desde entonces, así como más de 15 mil íconos, numerosos objetos litúrgicos, evangelios y otras valiosas piezas fueron reducidos a cenizas. Otros centros religiosos fueron reconvertidos a mezquitas.
A pesar de esta situación, Turquía no muestra intención alguna de cambiar las cosas y eso a pesar de la condena internacional.
De nada sirvió tampoco que en 2001 el Consejo de Europeo de Derechos Humanos dictaminase, con 16 votos a favor y uno en contra, que se habían cometido violaciones de los derechos humanos durante la invasión turca de 1974.
Ni que el Consejo de Europa condenara en 2003 a Turquía por violación de la libertad de circulación de los "enclavados".
El Papa viajará a la isla del 4 al 6 de junio y este será el escenario con el cual se encontrará.