L'AQUILA / ¿L’Aquila o Pompeya?

L’Aquila (Abruzos).- Hay que hacer esfuerzo para trepar entre los escombros y mirar en alto para estar seguros de que nada caerá desde las alturas de un edificio en ruinas. El ambiente es silencioso.

Los perros aturdidos y vagabundos de aquella noche se han ido y ahora sólo hay alguna grúa y pequeños grupos de obreros que lentamente apuntalan a las casas más dañadas en el que fue uno de los centros históricos más bellos de Italia.

L’Aquila, la ciudad de la región italiana de los Abruzos, golpeada en abril de hace un año por el peor sismo que vivió Europa en este siglo, cumple así su aniversario, bajo el fantasma de que se convierta en una nueva Pompeya, la ciudad de la Antigua Roma enterrada por la erupción del volcán Vesubio el 24 de agosto del año 79 d.C., que nunca renació.

"O L’Aquila se reconstruye o será una nueva Pompeya", afirman los más viejos. "Nos han abandonado", coinciden los jóvenes.

En este clima, los ciudadanos de L’Aquila han vuelto ahora a salir a la calle para reclamar más atención del Gobierno y de los medios de comunicación, luego que cayera el olvido después del suceso.

Conciertos, reuniones al aire libre y procesiones nocturnas con velas, son algunos de los eventos han sido organizados en la ciudad para conmemorar a los que perdieron la vida (308) durante el sismo y airear al mundo que los más de 70 mil habitantes de L’Aquila seguirán luchando.

"Lo que queremos es dar una señal de que L’Aquila quiere seguir lo luchando", afirmó Sara Vigna, de 28 años y miembro de unos de los numerosos comités de ciudadanos.

Con todo, lo que más indigna es la sospecha de que las autoridades no hayan hecho todo lo que podían antes, para prever el terremoto y después, para gestionar correctamente a la reconstrucción.

De hecho, tan sólo en estos últimos días, la prensa italiana informó que miembros de Protección Civil, el organismo al cual el Gobierno italiano le dio plenos poderes para gestionar el sismo, están siendo investigados por homicidio, en cuanto no habrían lanzado la alarma pese a que habían recibido informaciones alarmantes sobre un eventual terremoto en los meses anteriores al mismo.