La 'independencia' de la Padania. O mejor, de los pitufos.

© Giorgio Napolitano

ROMA. - "Pitufos versus Padania". Una presentadora italiana ironizaba así hoy sobre la Liga Norte, el partido que mantiene en pie al gobierno de Silvio Berlusconi y que desde hace más de 15 años reclama la secesión de una imprecisa franja territorial del norte de Italia, la autoproclamada 'Padania'.

Claro está, a los líderes de la populista Liga no le habrá causado mucha gracia, más aún que todo remite al usualmente calmo y diplomático presidente italiano Giorgio Napolitano, quien afirmó que la independencia de ese territorio no sólo es imposible sino que el Estado italiano "intervendrá", por las buenas o las malas, en caso se persiga el objetivo.

"Napolitano olvida que existe el principio a la autodeterminación de los pueblos", respondió Roberto Calderoli, el ministro leguista de la Simplificación Normativa.

"Existo y soy padano", tituló, por su parte, La Padania, el diario que es un órgano de ese partido. 

La chispa que incendió el clima político italiano fueron las inusuales declaraciones de Napolitano que, en un acto público en Nápoles en ocasión de los 150 años de la Unidad de Italia, dijo que "el pueblo padano no existe" y tampoco una "vía democrática para la secesión".

"Eso está fuera de la realidad. (...) es verdad que la soberanía reside en el pueblo pero no hay que olvidar que también se debe ejercer dentro de los límites de la Constitución (italiana)", agregó. 

"El Estado italiano intervendrá", puntualizó.

Napolitano también evocó al Mis, un movimiento separatista siciliano que fue duramente reprimido en 1944-43 y que se extinguió tras la encarcelación de su líder,  Aprile Finocchiaro.

La irritación de Napolitano se debe a que últimamente la Liga Norte ha ido levantado más y más los tonos. 

"Ellos padecieron la inmigración,
y ahora viven en reservas",
reza el manifiesto de la Liga.

Esto porque su peso político creció considerablemente tras la salida de su coalición gubernamental del actual presidente del Congreso, Gianfranco Fini. Y también a raíz de las últimas elecciones regionales del año pasado, en la que la Liga avanzó del 5,7% al 12,7% con respecto a los anteriores comicios de 2005.

El avance de la Liga, que según las izquierdas tiene en sus manos el destino de Berlusconi, se manifestó en ocasión del último acto de la Liga en Póntida (donde celebran el nacimiento del río Po), durante el cual fue puesto en discusión el liderazgo de Berlusconi. 

"Que Berlusconi no dé nada por hecho. La Liga puede decir stop", dijo Umberto Bossi, líder y fundador de esa organización.